21 de mayo de 2017

LOS PARQUES DE CAMAGÜEY



Los parques de Camagüey:



El Parque Gonzalo de Quesada


Ana Dolores García


Fue en tiempos coloniales cuando se empezó a pensar en un amplio terreno bien cercano a aquel Camagüey de entonces y hoy casi en medio de la ya ciudad, conocido como “Quinta de los Egido”, para la instalación de una Feria en la que los comerciantes y ganaderos del área pudieran mostrar sus productos.

Comenzaba la segunda mitad del siglo XIX, varios terratenientes aportaron dinero, principalmente el Marqués de Santa Lucía, Salvador Cisneros Betancourt, hombre de sobrados recursos, y el Ayuntamiento concedió el permiso para la celebración de la Feria. Corría el año 1856  cuando se celebró la primera a todo bombo y platillo, con la presencia del Propio Capitán General de la Isla, llegado desde La Habana, José Gutiérrez de la Concha.


Pronto el lugar se fue convirtiendo en un popular centro de reunión y de espectáculos tales como peleas de gallos, juegos, bailes y también, como no podía ser de otro modo, de ferias y exhibición de ganado. El nombre por el que comúnmente se le conocía entonces era, y sigue siendo, “Casino Campestre”.


No ha valido que, a poco del inicio de la República, el Ayuntamiento le diera en 1916 el nombre de Parque Gonzalo de Quesada, patricio camagüeyano y cercano amigo y colaborador de José Martí en la organización de la guerra de Independencia. A la entrada del parque se colocó un medallón con la efigie del patricio, que posteriormente pasó a un pequeño monumento donde se erguía su busto, construido varios años después.


Oficialmente es el Parque Gonzalo de Quesada, sí, pero para saber cómo se llega a él es mas prudente en Caagüey preguntar por el Casino Campestre.  Para  la ciudad representó, desde sus inicios, un perfecto lugar de recreo y expansión. Poco a poco fue dejando de ser sitio de ferias y ganados, y su posterior diseño se centró en la construcción de paseos y planificación del arbolado.


En realidad es el único parque propiamente dicho de la ciudad y del interior de Cuba, no solo por sus dimensiones, sino también porque provee a los citadinos de un placentero pasear por sus avenidas o de sentarse en sus numerosos bancos y leer un libro a la sombra acogedora de sus pinos y otros frondosos árboles; o montar en bicicleta…  y, a los niños, jugar en los diferentes aparatos que para ellos existen en la zona del Parque Infantil. 
  

El propio 20 de mayo de 1902, fecha del inicio de la República, fue sembrada una ceiba para conmemorar el histórico hecho. El mítico árbol fue sembrado por niños de las escuela públicas. También se fueron levantando monumentos y fuentes. La primera fue La Glorieta,  inaugurada el 19 de julio de 1908,  y donde por algún tiempo se ofrecieron retretas por la Banda Municipal. Quedó emplazada en el mismo lugar donde hoy se encuentra, ha sufrido periódicas reparaciones ocasionadas por el paso de los años y desde hace muchos no resuena en ella  la música de una retreta.


La Gruta data del año 1924 e imita una caverna semicircular de cuyas rocas y estalactitas caen gotas de agua formando un estanque   para deleite de los pequeños peces que lo habitaban y de los niños que se extasiaban en su contemplación.


Además de la Glorieta y la Gruta, el Casino Campestre de Camagüey

cuenta con numerosos monumentos, algunos ostentosos, otros mas sencillos. Entre los más hermosos se deben consignar el de Salvador Cisneros Betancourt -Marqués de Santa Lucía- obra del escultor italiano A Dazzy, inaugurado en 1928, y el levantado en homenaje y memoria al Mambí Desconocido, concluido en 1929.


Otros monumentos menores son lo erigidos al propio Gonzalo de Quesada (1926), a Manuel Ramón Silva (1921) y a Luis Manuel de Varona (1955). Colindando con el parque infantil se levanta un pequeño monumento en mármol dedicado a Las Madres.


Junto a los terrenos del actual Casino Campestre se encontraban dos sociedades recreativas privadas, la Sociedad Deportiva Bernabé de Varona, y la Sociedad Femenina Camagüey Tennis Club, dotadas de amplios salones, canchas de tennis y piscinas.

  Ambas fueron clausuradas por el gobierno Castrista.

En las zonas aledañas se han construido en los últimos años la ciudad Deportiva “Rafael Fortún”, el estadio “Cándido González” y un pequeño zoológico.

Formando prácticamente parte del conjunto tenemos el busto al filósofo camagüeyano Enrique José Varona. También se encuentra el monumento a los aviadores españoles Barberán y Collar, héroes del vuelo Sevilla-Camagüey en el año 1933. Este último monumento fue erigido por cuestación popular entre los camagüeyanos, dirigida por los locutores Juan Castrillón y Alfredo Vivar Hortsman, mas conocidos popularmente como Don Pancho y Azteca.


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