Museo Quinta Simoni en
Camagüey. Casa construida en 1848, por el doctor José Ramón Simoni Ricardo en
su Quinta Tínima. Es la única mansión suburbana de Camagüey que sobrevive con
sus características de época. De estilo neoclásico. Fue testigo de uno de los
más grandes amores de su época: Amalia Simoni e Ignacio Agramonte.
MUSEO
QUINTA SIMONI
EN CAMAGÜEY
Ziomara Lamelas
Historia
Justo
a las puertas de la ciudad señorea desde 1848, la más imponente mansión del
Puerto Príncipe del siglo XIX, admirada desde entonces por el gusto refinado de
su construcción y la valía de quienes la habitaban.
El
Dr. Simoni presto siempre a acudir en ayuda de los necesitados y de su propia
familia, supo consolidar junto a su dedicada esposa Doña Manuela Argilagos la
armonía familiar que propició la magnífica educación de la que gozaron sus
descendientes.
Hacia
los finales del año 1848, en áreas periféricas de la antigua villa de Santa
María del Puerto del Príncipe –actual ciudad de Camagüey- fue levantada una
edificación de acuerdo con las indicaciones del acaudalado doctor Ramón Simoni,
uno de los más devotos y respetados hijos del territorio. La Casa Quinta fue
llamada "Tínima", por atravesar el río con ese nombre, una sección
del terreno.
Amalia
Margarita Simoni Argilagos, la primogénita de esta feliz unión pasaría a ser
años más tarde, la esposa del admirado Mayor General Ignacio Agramonte y
Loynaz. Fue precisamente esta vetusta casona testigo de los sueños forjados por
el ansia de la libertad y de la felicidad que acompañaría a la joven pareja
hasta el lamentable final de su unión.
El
doctor Simoni trasladó hasta ese sitio a su hija Amalia, cuando tenía 6 años de
edad. Allí transcurrió su adolescencia hasta el feliz matrimonio con el abogado
Ignacio Agramonte Loynaz. Ambos residieron en el lugar hasta la llegada –un mes
después del casamiento- del mensaje que puso sobre aviso al futuro jefe mambí:
debía ponerse a salvo pues las autoridades españolas irían en su búsqueda,
dadas sus connotadas actividades independentistas dentro de la villa.
Historia de amor entre Amalia Simoni
e Ignacio Agramonte
Para
Amalia Simoni e Ignacio Agramonte fue este sitio. Aún puede imaginarse el
visitante la escena repetida muchas veces: la joven y bella camagüeyana,
impaciente en la espera por su novio, en uno de los grandes ventanales que
miran hacia la actual calle de General Gómez, antigua Santa Ana, marcada con el
número 149 en aquel entonces.
En
la Quinta desarrollaron su noviazgo y allí fueron a residir una vez consumada
la unión oficialmente, hasta la llegada de aquel aviso que determinaría la
marcha del joven hacia la manigua redentora, donde alcanzaría los grados de
Mayor General.
Poco
tiempo después ella le seguiría para compartir vicisitudes y sacrificios, hasta
que su apresamiento por las autoridades españolas recomendó su posterior
retirada, en compañía de toda la familia, hacia el exilio.
Valores arquitectónicos
La
vivienda obedecía a los dictados constructivos de la época en sus dos plantas,
como la sólida estructura y la sencillez en sus formas, unidas a un firme
trabajo en la carpintería de puertas, ventanas, rejas y balaustradas en
general.
Rescate
deEl
amor del camagüeyano por su patrimonio, llevó al rescate de ese inmueble,
sometido a un trabajo restaurador que utilizó los materiales aconsejados por el
respeto más fidedigno a sus originales elementos.
Mucho
profesionalismo y minuciosidad se depositaron en las tareas, hasta su apertura
como sede socio-cultural el 1ro de diciembre de 1991, en ocasión del traslado
de los restos de Amalia Simoni Argilagos hacia su querida ciudad natal.
Declaratoria como Monumento
Nacional
La
declaración como Monumento Nacional de la antigua casa Quinta de Amalia Simoni,
actual Museo "Quinta Simoni", estimula y reconoce la consagración de
especialistas en materia de restauración, investigadores e historiadores que de
varias formas han puesto sus respectivos talentos en aras de no permitir bajo
ningún concepto la desaparición de los bienes patrimoniales de esta parte de la
geografía cubana.
Resulta
un acontecimiento no sólo para nosotros en particular, sino para todo el pueblo
camagüeyano que ve en este bien edificado, un reflejo permanente de la
creatividad y de la historia de los mejores hijos del territorio. Se ha
trabajado mucho para lograr el rescate de la Quinta, totalmente destruida.
Poseedora
de una colección de bienes que pertenecieron a la familia Simoni Argilagos, la
sede incorpora ella misma su estructura a los atractivos disfrutados por los
visitantes. Desde hace años se inserta en la comunidad donde radica –en las
inmediaciones de la Plaza de La Habana de la capital agramontina- en su calidad
de casa de la familia camagüeyana.
Apertura como Museo
Desde
su apertura tuvo la denominación de Casa Quinta de Amalia Simoni. Ahora, ya
como Monumento Nacional, es el Museo "Quinta SimoniI", de acuerdo con
la intención más abarcadora de reflejar entre sus exponentes y en sus fondos
documentales, la historia de una familia ejemplar y corajuda, que supo asumir
en su momento la defensa de la independencia de la Isla consagradamente.
Colecciones de valor
Este
Museo guarda celosamente objetos relacionados con la familia y con Ignacio,
incluso una bañadera de mármol de Carrara, sumamente valiosa. La tarea de
incrementar los fondos expositivos ha dado sus frutos al lograr nuevas
donaciones e intercambios con otras instalaciones de la provincia vinculadas
con estos hijos ilustres del Camagüey.
Fuentes
Portal Cultural Príncipe
Web del Museo Quinta Simoni en
Camagüey
Museo "Quinta Simoni" de
Camagüey: monumento nacional, por Yolanda Ferrera Sosa. Disponible en Radio
Cadena Agramonte
Reproducido del Blog “Recuerdos y Nostalgias de
Cuba”. Magnífico trabajo de la escritora Ziomara Lamelas, creadora de dicho
blog. Agradecimiento a Mary Nieves O. Ramírez por enviarlo a esta Gaceta.