Títulos nobiliarios camagüeyanos
Por Fray Lucho
Una
de las demostraciones más significativas del liberalismo del espíritu de
rebeldía camagüeyano durante el siglo XIX lo tenemos en la escasez de títulos
nobiliarios solicitados por vecinos de Camagüey a la Corona de España, ya que
se limitaron a un Condado y dos Marquesados.
Compárese esta cifra con los ciento cuatro títulos que había en 1884 en
toda la Isla y se comprobará el aserto anterior.
Aunque
en forma sintética, detallamos el origen y quiénes fueron los poseedores de
esos tres títulos camagüeyanos.
CONDADO DE VILLAMAR
El
primer título de nobleza concedido a un vecino de la entonces Villa de Santa
María del Puerto del Príncipe fue el de Conde de Villamar y Vizconde de Casa
Hernández, a Santiago Hernández Rivadeneira de Lugo Valdivia, nacido en Zamora,
España, el doce de septiembre de 1767, siendo sus padres Salvador Hernández
Miranda y Josefa Rivadeneira de Lugo Valdivia, al que, no obstante su largo
patronímico, los camagüeyanos lo “bautizaron” con el apodo de “El Isleño”.
El
mencionado título de Conde, que fue comprado con dinero constante y sonante,
fue concedido por SM. Fernando VII el 30 de noviembre de 1816 y lo ostentó
hasta su fallecimiento en noviembre de 1824 Santiago Hernández, el que fue
Alcalde los años 1823 y 1824, Capitán de Milicias Disciplinarias, Caballero de
la Real Orden de Isabel la Católica, y al que también Francia le otorgó la Flor
de Lis.
El
segundo Conde de Villamar lo fue el hijo del anterior y su esposa Isabel
Antonia de Piña Campos: José Miguel Hernández de Piña. El tercer Conde de Villamar fue el hijo del
anterior nombrado José Fernando Hernández Perdomo, que nació el 17 de abril de
1812 y casó con María Loreto Socarrás Varona en enero 18 de 1846. Obtuvo la “Carta de Sucesión” en 1858,
falleciendo el 20 de julio de 1867.
El
cuarto Conde de Villamar, hijo del anterior, fue José Fernando Hernández
Socarrás. Nació el 29 de mayo de 1839, y ya mayor de edad se trasladó a España
donde contrajo matrimonio con María de los Dolores de la Figuera
Pedro-Mezquita. Obtuvo el título por
“Carta de Sucesión” de fecha 20 de julio de 1867.
A partir
del quinto Conde de Villamar todos fueron nacidos en España y completamente
desligados de Cuba.
MARQUÉS DE SANTA ANA Y SANTA MARÍA
Tomás
Faustino Gregorio Caballero Miranda, que nació el doce de mayo de 1750 siendo
sus padres Silvestre Caballero y Olalla Miranda Varona, fue el primer Marqués
de Santa Ana y Santa María. Casó con Ana
María Socarrás Torres-Quesada en 25 de mayo de 1767 teniendo varios hijos.
Por
Real Despacho de octubre ocho de 1822 se le concedió el título de Marqués de
Santa Ana y Santa María, y como no hay evidencia alguna de méritos contraídos
con la Corona para el otorgamiento, es de presumir el título fue comprado. Faustino, como era llamado el Marqués,
falleció en abril 17 de 1833.
Vicente
Pedro Caballero Socarrás, hijo del anterior y nacido el 10 de junio de 1773, y
casado con María Francisca Caballero Guerra-Montejo en diciembre 19 de 1793,
fue el segundo Marqués de Santa Ana y Santa María. Falleció el 24 de noviembre de 1838.
Juan
José Caballero Caballero nació en mayo 22 de 1798, hijo del anterior, y casado
con María Gertrudis Aguilera Tamayo, fue el tercer Marqués de Santa Ana y Santa
María por “Carta Sucesoria” española expedida en 1853. Fue Alcalde de Camagüey en 1842 y 1856, y
también lo fue en Bayamo en 1836. Fue igualmente Comendador de la Orden de
Isabel la Católica.
Como
los hijos de este matrimonio no reclamaron la sucesión al título, éste caducó,
pero en 1921 fue rehabilitado a solicitud de María de las Mercedes Adán
Galarreta, resultando, pues, ser la cuarta Marquesa de Santa Ana y Santa María,
dada su condición de cuarta nieta del primer Marqués.
MARQUÉS DE SANTA LUCÍA
El
Presbítero José Agustín Cisneros Hidalgo, que nació en noviembre 21 de 1755,
siendo hijo del Regidor Perpetuo Manuel Cisneros Agramante y de Rufina Hidalgo
Varona, cedió por escritura pública de fecha cuatro de julio de 1818, a la
Corona Española, una legua cuadrada de terreno en su “sitio” denominado “El
Bagá” en la costa norte de la provincia de Camagüey, solicitando por éste y
otros servicios el título de Marqués de Santa Lucía, lo que fue aceptado, pero
no llegó a ser otorgado porque el Presbítero falleció en 1824 mientras el
correspondiente expediente se tramitaba.
De
no haber fallecido tres años antes su hermano Salvador, a éste hubiera
correspondido dicho título, mas habiendo sucesión en su matrimonio con María
Caridad Quesada Borrero, fue al hijo de ambos, José Agustín Cisneros Quesada,
nacido en agosto 28 de 1794, quien siendo hijo del hermano heredero inmediato
del Presbítero y habiendo hecho la solicitud correspondiente, a quien se le
concedió el título de Marqués de Santa Lucía por Real Despacho de catorce de
abril de 1825, siendo, por tanto, el primer Marqués de ese título.
El
segundo Marqués de Santa Lucía fue Salvador Escolástico Cisneros Betancourt,
hijo del anterior y de Ángela Betancourt Betancourt, habiendo nacido el diez de
febrero de 1828. Obtuvo la “Carta de
Sucesión” en 25 de enero de 1846. Contrajo matrimonio con Micaela Betancourt
Recio el doce de diciembre de 1850.
“El
Marqués”, como era popularmente conocido Salvador Cisneros Betancourt, fue
hombre de ideas liberales por lo que dejó caducar el título. No obstante, a
este segundo y último Marqués de Santa Lucía el pueblo cubano le siguió
llamando, hasta su fallecimiento el primero de marzo de 1914, “El Marqués”.
Reproducido de la revista "El camagüeyano libre"
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