30 de enero de 2014

Actos religiosos a celebrar en Camagüey por el 5º Centenario

 
 

Actos religiosos a celebrar en Camagüey,
con motivo del Quinto 
Centenario

Sábado 1 de febrero:
Procesión de Ntra. Sra. de la Candelaria,
partiendo de la Basílica-Catedral de Camagüey.

Domingo 2 de febrero, 4:00 PM.
Plaza del Carmen,
Misa  concelebrada en conmemoración
de los 500 años de la fundación
de la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe.

29 de enero de 2014

La procesión de la Virgen de la Candelaria



La Procesión de la Virgen de la Candelaria:
¿Olvidada en Camagüey?


Por Carlos A. Peón Casas

La legendaria Puerto Príncipe, al igual que otras villas fundacionales cubanas, ha tenido el orgullo de sus procesiones religiosas, que siguen trascendiendo la espesura de los años, y recreando el fértil imaginario religioso de sus pobladores. 

Antológicas son en el antiguo terruño las del Santo Entierro, cada Viernes Santo; y la del Re-encuentro entre el Cristo Resucitado y la Virgen el Domingo de Resurrección, que tuvieron su añorado renacimiento, a instancias de nuestro venerable y perseverante obispo Adolfo Rodríguez en el año 1999, luego de su proscripción como hechos litúrgicos por casi tres décadas. Igual suerte había corrido antes la dedicada a la Virgen de la Caridad, que volvió a hacerse realidad en 1998, primero tímidamente alrededor del templo, y luego, y hasta hoy, en su extensión casi original.

Sin embargo, la de la Virgen de la Candelaria, patrona de la ciudad y bajo cuya temprana advocación se fundó la primitiva villa de Santa María del Puerto del Príncipe en 1514, no corrió igual suerte que las anteriores, y será justamente este próximo 1 de Febrero, cuando vuelva a recorrer las calles de la ciudad, en un inédito y dilatado recorrido que nadie puede asegurar sea el originario, acompañando el jolgorio de los primeros 500 años de existencia de la otrora villa principeña.

Pero lo que pocos lugareños saben es que la procesión, de la que no parece ahora mismo haber ninguna evidencia en el imaginario religioso local, pudo al parecer haberse extinguido en las celebraciones citadinas mucho antes que la región fuera reconocida como diócesis, y tuviera su primer obispo en 1915; años antes incluso del advenimiento del siglo XX; remontando sus celebraciones a mediados del siglo XIX, si acaso el hecho no dejó de verificarse mucho antes.

De tal asunto tengo el testimonio de un historiador local, el Sr. Enrique Palacios, una autoridad en temas de la historia eclesiástica de la otrora villa, y quien, a mi muy modesto ver y entender, no se le ha hecho cumplida justicia por sus largos años de paciente y fructífera labor al frente de los archivos de las parroquias de La Soledad y El Cristo, respectivamente. 

Palacios es de la opinión que la ya mentada procesión se circunscribió a los tempranos años decimonónicos; y que a partir de entonces, y ya en los años de la primera república y en los años sucesivos, se circunscribió solamente a una ceremonia intra-eclesial al estilo de un solemne Te Deum .

Ya en los años cincuenta, la celebración al uso, ubicaba la entronización de la efigie de la Virgen en los balcones del edificio de la Alcaldía, desde donde se le tributaba cumplida y respetuosa deferencia celebrativa, un hecho del que queda la evidencia en alguna foto ya amarillenta por los años. 

Igualmente Palacios cita desde su imperturbable y fabulosa memoria, alguna celebración añadida en el atrio de la Iglesia catedralicia, justo en el costado del templo que mira al Parque Agramonte, hecho del que este cronista recuerda igualmente haber visto una foto tomada durante una de aquellas, en el gobierno episcopal de Mons. Carlos Riu Anglés, el tercer obispo camagüeyano.

La procesión por venir, reeditará sin dudas una tradición muy principeña, en honor de la Santa Madre del Cielo bajo la advocación de la Virgen de las Candelas, patrona de las Islas Canarias, y su recuerdo será parte impertérrita de la memoria de aquellos tempranos pobladores de la otrora comarca, que quisieron que los cubriera con su bendición en estas tierras de Dios, que a cinco siglos de distancia, vuelve a reconocer y testimoniar el apego inefable a sus mejores valores y tradiciones cristianas.

En la otrora villa principeña, hoy Camagüey, a los 29 días del mes de enero de 2014.


Reproducido del blog Gaspar, El Lugareño

Quinto Centenario



¡Atención camagüeyanos!

El próximo domingo 2 de febrero,
Festividad de N.S. de la Candelaria,
Patrona de Camagüey,
y para conmemorar  
los 500 años de la fundación de la Villa de
Santa María del Puerto del Príncipe,
nos  reuniremos para celebrar una Misa
en acción de gracias
  al Señor y a la Sma. Virgen
y rogar por nuestros hermanos
de las dos orillas camagüeyanas.
   
Domingo 2 de febrero
1:00 PM
   Iglesia de St. Dominic,
5909 NW  7th. Street
Miami.

Nos gustaría contar con la presencia
de todos en día tan señalado.

Camagüeyanos Católicos Inc.

28 de enero de 2014

Catedral de Camagüey nombrada Basílica Menor





La Catedral Metropolitana
de Camagúey
nombrada Basílica Menor por el Papa Francisco


Carmen Luisa Hernández Loredo/ Foto: Otilio Rivero Delgado
Periódico Adelante, Camagüey
  
A solo siete días de que se celebre el aniversario 500 de la ciudad su Catedral Metropolitana recibió hoy [25 de enero] por Decreto Pontificio del Papa Francisco el título de Basílica Menor, siendo así la cuarta iglesia en el país reconocida como tal después del Santuario a la Virgen de la Caridad en el Cobre y en La Habana, y la parroquia de Baracoa.

Este templo se remonta al siglo XVI, luego de que la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe se trasladara desde Punta de Guincho, Nuevitas; y ha sido reconstruido en varias ocasiones; ostenta la condición de Catedral desde que fue creada la diócesis de Camagüey por Bula Pontificia de san Pío X en 1912, y desde 1998 la de Catedral Metropolitana al erigirse la arquidiócesis por el Papa Juan Pablo II.

El título le fue conferido en la Eucaristía presidida por el Cardenal Presbítero Antonio Cañizares Llorena, delegado pontificio del Papa, donde además del Arzobispo Mons. Juan García Rodríguez participaron los obispos de las diócesis de Villa Clara, Bayamo-Manzanillo y Guantánamo-Baracoa.

24 de enero de 2014

Los tranvías de mi ciudad: los tranvías "de sangre".



Los tranvías de mi ciudad:
los tranvías “de sangre”
Ana Dolores García

El desarrollo del transporte urbano sobre rieles corrió parejo al del transporte ferroviario entre poblaciones. Mucho antes de los primeros tranvías eléctricos, existieron los de tracción animal y con ellos contó Puerto Príncipe en exclusiva entre todas las poblaciones del interior de la Isla. En efecto, Enrique Loynaz del Castillo, camagüeyano de sólidos ideales independentistas, fundó en el año 1893 la Compañía «Ferrocarril Urbano de Puerto Príncipe» con el propósito de crear en la ciudad una línea de comunicación servida por tranvías de tracción animal, conocidos también como “tranvías de sangre”.

Héctor Juárez Figueredo, continuador de una valiosa saga de historiadores camagüeyanos, narra en «¿Conoció Ud. los Tranvías de Camagüey?», trabajo publicado en el Boletín Diocesano de Camagüey Nº 62, Noviembre de 2003, las frustradas peripecias insurgentes de Loynaz del Castillo aprovechando la introducción de esos primeros tranvías “de sangre”:

«La Empresa, desde su inicio, fue vista por Loynaz como una cobertura para apoyar el trabajo del Partido Revolucionario Cubano en la Isla. Y a fines de año (1893) embarcó hacia los Estados Unidos a fin de comprar allá seis carros y varios kilómetros de vía de una quebrada compañía tranviaria de Nueva Jersey, que se remataban en subasta pública. Los vehículos deben haber sido fabricados originalmente por la John Stephenson Co., de Nueva York, la mayor firma productora de tranvías en esa época.

En Nueva York, Loynaz compró el material y fletó el vapor noruego Alert para conducirlo a Nuevitas. A la par, acordó con Martí llevar un armamento destinado a la revolución en el Camagüey, que se escondió bajo los asientos de madera de los carros. El 30 de marzo de 1894 arribaba el buque a la bahía cubana. La descarga del Alert tuvo lugar el 31 de marzo. Y el 2 de abril, en el tren de carga, y a las 2.00 PM, llegó el cargamento a Puerto Príncipe. El alijo de armas fue denunciado a las autoridades y confiscado aquella propia noche. En la madrugada, Loynaz tuvo que escapar, en un viaje lleno de incidentes novelescos».

Este alijo de armas se componía de 200 rifles Remington y 48,000 cartuchos de dinamita, que no lograron llegar a manos de los futuros insurgentes. Nuestros primeros tranvías tuvieron, pues, un malogrado comienzo patriótico.

Apenas dos meses después de la llegada de estos seis pequeños tranvías o “carritos”, como popularmente se les conocía, comenzaron a colocarse los rieles. Y el 11 de noviembre de 1894 se abrió al servicio público el primer tramo con un recorrido que arrancaba en la Estación del Ferrocarril Puerto Príncipe-Nuevitas o «Paradero de San José», (situada muy cerca de la estación ferroviaria actual), tomaba por la calle Avellaneda, llegaba hasta la calle Soledad, (llamada con posterioridad sucesivamente Estrada Palma e Ignacio Agramonte), para doblar en ella a la derecha rumbo a la Plaza de la Soledad. Éste fue el primer recorrido de nuestros primitivos tranvías, tirados por caballos.

Al siguiente año, 1895, la línea fue extendida hasta la Plaza de la Caridad. Dividida en dos ramales, uno de ellos llegaba sólo hasta la Plaza de Paula (Maceo), atravesando la calle conocida entonces como «del Comercio» y que al surgir la república se denominó Maceo. El otro ramal continuaba por la calle Soledad hasta doblar por Candelaria (Independencia), calle que recorría en toda su extensión hasta la Plazuela del Puente y, a través de la Calzada de la Caridad, llegaba hasta la amplia plaza que rodea esa iglesia.

Las naturales complicaciones originadas por el inicio de la Guerra de Independencia el 24 de febrero de aquel propio año 1895, fueron un obstáculo para la  implementación de las proyectadas ampliaciones del sistema tranviario, al que se pretendía hacer llegar hasta el cementerio y el Hospital de San Lázaro. Aún así, aquellos pequeños tranvías y sus caballos compartieron nuestras calles con volantas y quitrines hasta el año 1900.

Podemos agregar que fue el 3 de julio de 1921 cuando se inició la renovación del pavimento de las más importantes calles de la ciudad, dejando de ser empedradas para revestirse de adoquines. Sin embargo, no todas tuvieron la suerte de ser consideradas calles principales y permanecieron siendo "de tierra" hasta la década de los años cuarenta, durante el mandato del Presidente Ramón Grau San Martín, en que fueron asfaltadas o cubiertas con concreto.

 Ilustración: Google: Serie postal emitida por Cuba en 1994 para conmemorar el primer centenario de los tranvías de Camagüey