Iglesia de Ntra. Sra.
de La Merced:
su historia
Neydis Hernández Ávila
Hacia el
año 1587, Diego Sifontes trataba de construir una ermita dedicada a Nuestra Señora
de la Altagracia, conforme a la intención de Guillermo Olón que había dejado
1500.00 ducados con este objetivo.
Por entonces había llegado a esta villa fray
Francisco Amado, religioso franciscano, con el fin de fundar un convento de su
orden, y propuso a Sifontes unir la iglesia que él trataba de hacer con el
convento que venía a fundar. Accedió Sifontes, haciendo donación a los religiosos
franciscanos de la imagen de Nuestra Señora de la Altagracia.
Pero luego de dos años, en 1589 los franciscanos no
habían levantado aun su convento, por lo que Sifontes revocó la donación y la
traspasó a los religiosos de La Merced que también habían venido a fundar un
convento.
El 14 de julio de 1602 se funda el convento de La
Merced en el lugar donde se encontraba la pequeña ermita a Nuestra Señora de la
Altagracia. Actualmente en este lugar están la Casa Diocesana y la iglesia de
Nuestra Señora de la Merced.
En el siglo XVII hay dos grandes incendios en la
ciudad principeña. Hacia 1616 la villa es asaltada y quemada por esclavos
sublevados procedentes de Trinidad y Sancti Spiritus. Solo se salvaron la cruz
grande, la campana del ayuntamiento y la iglesia de La Merced.
En 1668, entre el 29 de marzo y el 1ro de abril, la
ciudad es atacada por el pirata Henry Morgan con 600 hombres,
provocando un incendio que hace desaparecer el barrio de Santa Ana, y conservándose
nuevamente el convento e iglesia de La Merced.
En 1748 se concluye la construcción de la iglesia y
la mayor parte del convento, siendo ya los mayores de Cuba en su época y
representativos del barroco cubano.
Ya en 1759 quedan concluidos los conventos de La
Merced y el de San Francisco.
En el año 1762 es donado el Santo Sepulcro a la
iglesia de La Merced. Es obra del orfebre mexicano Juan Alfonso Benítez. Su
peso, incluyendo la imagen, es de 551 libras; mide 2.10 m de ancho, 2.26 m de
largo y 1.30 m de altura. Desde ese año, el Vía Crucis, en el Viernes Santo,
recorría las calles de la población, y en las fachadas de las casas señaladas
como estaciones se colocaban cruces. Una de ellas se conserva aún en el extremo
derecho a la entrada de la iglesia de La Merced.
El 11 de octubre de 1835, por decreto real, se
suprimen las comunidades religiosas en la península y sus colonias, siendo
embargados todos sus bienes.
En 1846 llega a Camagüey fray Diego José Blanco,
reverendo padre comendador del Sagrado Orden de Nuestra Señora de la Merced,
siendo a partir de 1854 fray José Manuel Don, el padre maestro del convento e
iglesia de Nuestra Señora de la Merced.
El 25 de mayo de 1912 es elegido como primer obispo
de Camagüey el R. P. Valentín Manuel Zubizarreta Unamunsaga, quien es
consagrado el 8 de noviembre de ese año en la iglesia de La Merced, por Mons.
Adolfo Nouel Bobadilla, arzobispo de Santo Domingo, asistido por los obispos de
La Habana y de Cienfuegos.
Mons. Zubizarreta cede en 1915 a los frailes
carmelitas, a perpetuidad, el uso de la iglesia y del convento. Este Obispo
intentó establecer en La Merced la Catedral y el Obispado, pero nunca se
materializó ese proyecto.
En 1921 se entroniza la imagen del Santo Milagroso
Niño Jesús de Praga en la iglesia de La Merced. También se hicieron artísticos
y bien labrados bancos de caoba y de los confesionarios de estilo gótico, obras
del Sr. Timoteo Isasi.
En el año 1951 la Virgen de la Caridad de El Cobre
recorre toda Cuba y en Camagüey estuvo cincuenta y un días. En la ciudad
permaneció diez días y uno de ellos en la iglesia de La Merced.
En abril de 1961 es ocupado el convento y
la
iglesia por la Milicia Nacional Revolucionaria. Los padres carmelitas deben
abandonar el convento.
En mayo es devuelto el inmueble. Entre junio y
julio son expulsados de Camagüey todos los sacerdotes de la Diócesis. En agosto
el Obispo designa al P. Ramón Clapers, escolapio, como rector del convento y de
la iglesia.
En 1964 regresan los padres carmelitas, pero en
1968 se retiran de la diócesis.
A partir del 9 de octubre de 1969 el P. Mario
Mestril Vega, hoy obispo de Ciego de Ávila, es nombrado rector del convento,
además de atender la comunidad. El P. José Sarduy Marrero lo sustituye el 5 de
abril de 1975.
El 21 de junio de 1980 se retiran los altares neogóticos laterales del templo de La Merced, y es cerrado
por presentar serios daños estructurales.
Las catacumbas son inauguradas en 1981, en la cripta
funeraria debajo del presbiterio.
El 1ro. de agosto de 1993 se reabre, reparado, el templo de
Nuestra Señora de la Merced.
El P. Wilfredo Pino Estévez es nombrado rector de la Casa
Diocesana el 7 de febrero de 1994 y deberá atender igualmente las necesidades
de los fieles de la comunidad.
El 7 de junio de 1997, Mons. Adolfo Rodríguez Herrera consagró
como Obispo Auxiliar de Camagüey a Mons. Juan de la Caridad García Rodríguez,
en La Merced. El 23 de agosto es ordenado sacerdote en esta iglesia, el P. Manuel
Puga Resto.
A partir de 1999 nuevamente, y hasta la fecha, se realiza la
procesión del Santo Sepulcro por las calles de la ciudad cada Viernes Santo y
Domingo de Resurrección.
La cantautora Teresita Fernández ofreció un concierto en la
tarde del sábado 14 de junio de 2003, dedicado a los niños de la catequesis de
toda la ciudad de Camagüey, en la iglesia de La Merced.
En el año 2004 concluye una reparación general en la Casa
Diocesana y el templo de Nuestra Señora de la Merced, luego de 169 días de
trabajo en las obras, ejecutando una tarea que nunca antes se había hecho y es
el repello interior del campanario.
El 8 de enero de 2007 es nombrado el P. Wilfredo Pino
Estévez como Obispo de Guantánamo-Baracoa y se nombra al P. Ernesto Pacheco
López como rector de la Casa Diocesana y cuasi-párroco de La Merced.
Como parte del trienio preparatorio para celebrar los 400
años del hallazgo y presencia entre los cubanos de la Virgen de la Caridad de
El Cobre, es recibida con gran alegría la Virgen Peregrina en el mes de marzo
de 2011.
En mayo de 2013 la comunidad de La Merced recibe con júbilo
la refundación de la Orden de la Bienaventurada Virgen de la Merced en
Camagüey. Los padres fray Juan Carlos Saavedra, de la Provincia de Perú; fray
Francisco Márquez y fray Marcos Saavedra, de la Provincia de México a la que
pertenece Cuba, y sus superiores General y Provincial, firman un contrato de
permanecer en esta cuasi-parroquia por 25 años. A partir de ese momento estos
padres se encargan por su carisma de la teniendo
como rector al P. Ernesto Pacheco.
En el año 2013 se realiza una novena a la Virgen de la
Merced y una procesión por el interior del templo y del patio de la Casa Diocesana.
También se celebra la novena en 2014 y por primera vez se sale en procesión el
día 24 de septiembre, después de la misa solemne, por las calles Padre
Valencia, Lugareño, San Esteban y San Ramón, haciendo cinco paradas y rezando
por los enfermos, los presos, los abandonados, las familias en dificultades y
los emigrantes.
Desde la llegada a Cuba de los padres mercedarios, es
intención de las autoridades de la orden, provincial y general, la apertura de
una nueva comunidad de esta orden en La Habana. Este sueño se hace realidad en
febrero de 2015 y es el P. fray Francisco Márquez el sacerdote encargado de
trasladarse a la capital, a la parroquia de El Buen Pastor, en la Calzada de 10
de Octubre. Llega a Camagüey, desde México, el P. Adrián Morales Cruzaley.
El 22 de febrero de 2015 se inicia el jubileo por los 800
años de la fundación de la Orden de la Merced y en misa solemne se hace pública
la aceptación a la Orden de dos jóvenes pre-novicios: fray Jesús López Guevara
y fray Rodolfo Rojas Ballate. El P. Marcos Saavedra hace la imposición de la
túnica mercedaria, el cinturón y el escudo de la orden redentora.
El 16 de mayo de 2015, en misa solemne presidida por Mons.
Juan García Rodríguez, arzobispo de Camagüey, cuarenta y un jóvenes y
adolescentes reciben de sus manos, diferentes sacramentos: veintinueve son
con-firmados, diez reciben por primera vez el Cuerpo de Cristo y dos son
bautizados.
En el año 2016 se recogen dos grandes acontecimientos: el 8
de marzo, la llegada de tres hermanas mercedarias destinadas a la parroquia de
Guáimaro primero y luego a Elia, y el 31 de agosto, después de más de ciento
setenta y cinco años, dos frailes mercedarios cubanos ofrecieron sus primeros
votos religiosos en el templo de La Merced: fray Jesús López Guevara y fray
Rodolfo Rojas Ballate. También lo hizo el sacerdote mexicano diocesano, P.
Manuel Díaz Ruiz, que ahora es acogido como miembro de la Orden. Los nuevos
consagrados eligieron como lema de sus primeros votos religiosos: “Me
consagro, Señor, para ser testigo de tu Misericordia y para hacer presente tu
amor liberador en nuestro pueblo”.
Tomado de los archivos del Arzobispado de Camagüey.
Reproducido de El Alfarero, Boletín de la
Arquidiócesis de Camagüey, Nº 25,
Noviembre/Diciembre 2016.
2 comentarios:
Dos precisiones:
Durante los incendios y ataques no solo se salvó la ermita de Altagracia (iglesia de La Merced), también la ermita de santa Ana (San Francisco)
El convento de San Francisco se terminó en 1735, no en 1759
Muchas gracias por su comentario y sus aclaraciones. Siempre son bienvenidas todas las correcciones.
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