18 de septiembre de 2013

Breve Historia de la iglesia de La Caridad



 Breve Historia de la iglesia de La Caridad

Por Enrique José Carmona, (+)  

La Ermita de Nuestra Señora de la Caridad de Camagüey fue inaugurada el día 8 de septiembre de 1734, y en dicho día fue entronizada en él la imagen de nuestra Señora de la Caridad.  Esta imagen que hoy veneramos es una copia fiel de la encontrada en Nipe y según la tradición oral fue traída a Camagüey sobre los años 1730-1734.

 El templo fue construido gracias a las donaciones de Carlos Bringas de la Torre y su esposa Juana de Varona y Barrera, y contaba entonces con una sola nave y una casa de dos pisos para vivienda del capellán. Además,  los mencionados donantes dejaron la suma de $4,000 para el sostenimiento y atención del alumbrado y del sacerdote.

Abundando sobre el tema y adentrándonos ya en los arraigos de la piedad popular que siempre ha despertado en el pueblo cubano la devoción a la Virgen de la Caridad, ha llegado hasta nosotros por medio de la tradición oral que la señora Juana de Varona, que no tenía hijos, había pedido  la intercesión de La Caridad para poder concebir, petición que le fue concedida, y en acción de gracias el matrimonio se propuso construir la ermita acorde con la costumbre de la época de erigir  templos votivos, llamados ermitas, en las afueras de los pueblos. Por ese motivo, el lugar donde se construyó el templo estaba despoblado completamente, alejado de la entonces villa, en un lugar cercano al Camino Real de Cuba, hoy día la calle Cuba. Asimismo los escritos de la época nos dejan   saber que poco a poco comenzaron a trasladarse algunas familias pobres a ese lugar, animados principalmente por la  ardiente caridad con que eran socorridos  por dª. Juana y el auxilio espiritual ofrecido por  los capellanes en sus enfermedades.

Los numerosos descendientes de este piadoso matrimonio,  movidos a la vez por la misma fe y devoción, emplearon también grandes sumas en el templo y en ornamentos y joyas valiosas.  Prueba de ello es el altar de plata y el trono de la imagen, los cuales fueron trabajados por los primeros orfebres cubanos.  En el repujado de la mesa del altar se podían apreciar frutas criollas como piñas y marañones, la flor del girasol, así como en el trono de la imagen se encuentra también labrado en plata la flor de la mariposa que es la flor nacional de Cuba.   

Es precisamente por el aumento considerable de los vecinos y las dificultades que se presentaron debido a la gran distancia y los costos de trasladarse a la Parroquial Mayor para recibir sacramentos tales como el Bautismo y Matrimonio, que los vecinos  pidieron a su capellán –por entonces el   presbítero Diego Alonso Betancourt y Agüero, bisnieto de los fundadores-, que hiciera las gestiones necesarias para remediar tal situación.  Éste solicitó la autorización de la Parroquia Mayor y le fue concedida, por lo que la Ermita pasó a ser Parroquia Auxiliar de la Parroquia Mayor en octubre 30 de 1809, siendo su primer párroco, el propio presbítero Diego Alonso Betancourt y Agüero.

   
En ese mismo año de 1809 se realiza  la primera  ampliación del templo, agregándosele en esta ocasión dos naves laterales y un pequeño atrio o campanario. Estas adiciones y mejoras fueron costeadas por Josefa de Agüero, nieta de los fundadores, y su hijo el P. Diego Alonso Betancourt y Agüero. 

   Se hace necesario mencionar que ya por esta fecha se comenzaron a celebrar para el mes de septiembre las famosas fiestas denominadas "La Feria de la Caridad", a la cual acudían visitantes de todas partes de la Isla, celebrándose las mismas con grandes concursos del pueblo de todas las clases sociales.

[Nos permitimos agregar aquí datos ofrecidos por el Dr. Alfredo Correo Quesada en un trabajo similar sobre este templo camagüeyano consagrado a nuestra Patrona:]

"Fue digna de especial mención la del año 1856 a la que concurrió el General Concha, capitán general de la Isla con su distinguida familia, su brillante séquito y otras autoridades.  La Feria de La Caridad comenzaba el 29 de agosto y se prolongaba hasta la octava de la fiesta de la Patrona, en cuyo día y en horas de la noche salía la procesión con la venerada imagen…”  

 Durante la Guerra de los Diez Años (1868-1877) el templo fue ocupado por tropas españolas de guarnición convirtiéndose en alojamiento de éstas, y posteriormente fue convertido en hospital militar para los soldados atacados del cólera, por cuyo motivo la imagen de la Virgen de la Caridad fue trasladada al Santo Cristo del Buen Viaje (Iglesia del Cristo). Este templo  también  fue convertido en hospital y entonces la imagen pasó   a la ermita de San Francisco de Paula, templo desaparecido que estaba en la Plaza de Paula, (hoy Maceo), en el lugar que ocupa la tienda "La Gran Antilla".

Durante la estancia de la imagen allí, los sábados  se celebran  Misas en su honor reuniéndose en las mismas los patriotas independentistas,  reuniones que eran consideradas por los españoles como subversivas o desestabilizadoras.  Terminada la guerra y desocupada la iglesia, la imagen regresó a su propia casa, el hoy Santuario de la Virgen de la Caridad de Camagüey. 

   Al triunfar la Guerra de Independencia, año de 1898, se presentaron en este templo las tropas insurrectas y, en señal de agradecimiento y devoción, depositaron una flor a los pies de la imagen. Ya en este siglo, el párroco Salvador Herrera Fons, sacerdote salesiano,  hombre de gran sensibilidad artística, quiso recoger aquel hecho tan hermoso y proyectó pintar en el arco central que separa la nave de la cúpula la escena de la triunfal entrada, pero ello no llegó a realizarse por dificultades económicas.

 El Dr. Correoso Quesada nos agrega:   “A mediados de la primera década del siglo la Santa Sede designó cura párroco en propiedad  al entonces Presbítero Manuel Arteaga y Betancourt, recién ordenado sacerdote en la Catedral de Caracas, Venezuela, y que luego llegara a ser el primer Cardenal cubano…”  

   En la década del treinta del pasado siglo se
acometió el segundo trabajo de reconstrucción del templo, así como el proyecto de levantar la torre y situar en ella un reloj de cuatro caras. En esta fecha fungía como párroco el Padre Felipe de La Cruz.  Se acometió el trabajo, quedando solamente en pie del edificio antiguo de 1809, la sacristía y la cúpula donde está el altar.  Las columnas fueron disminuidas o adelgazadas, los ventanales coloniales así como sus puertas fueron achicadas, se remozaron las paredes y pisos, hasta que la obra quedó terminada en el año 1934 e inaugurada con gran júbilo popular y beneplácito de su Párroco -en esta fecha- Padre Antonio Flores.

 Es importante señalar que esta reconstrucción se llevó a efecto mediante un proyecto de un Comité formado por personas religiosas de fe y buena voluntad, las que se propusieron acometer la empresa de restaurar la Iglesia de forma tal que fuera digna de la Patrona y de la importancia de esta Capital.  Se emprendió la labor a través y con la participación entusiasta de todo el pueblo camagüeyano, que con sus donativos en efectivo, hicieron posible este Santuario actual, incluyendo los bancos de dicha iglesia.

Nuevamente el Dr. Correoso Quesada nos amplía: “Durante el término episcopal   de Mons. Enrique Pérez Serantes, la iglesia fue reconstruida en todo su interior estando a cargo de tan meritorio trabajo el arquitecto Claudio Muns Blanchard. También fue reconstruida la torre del templo, con la donación de un nuevo campanario y la de un  reloj eléctrico de cuatro esferas, por parte del señor Gustavo Pellón Acosta.”  

 La torre y el reloj no fueron terminados y colocados respectivamente hasta ya entrada de la década de los años cuarenta, aproximadamente en el año 1944, fungiendo de Párroco en esta fecha el Padre Francisco Erdei.  

Reproducido de El Camagüeyano Libre.

La orden Salesiana fue la encargada de la Parroquia de La Caridad, siendo el P. Felipe de la Cruz y Ransaz, el  primer párroco de dicha Orden que ocupara el cargo.   El último sacerdote salesiano, -incluido entre los religiosos expulsados de Cuba por el gobierno castrista en 1961- fue el Padre Jorge Dubreuil-. A partir de entonces, la parroquia fue dirigida por sacerdotes diocesanos cubanos y durante un tiempo también por el sacerdote belga Luciano De Wulf, quien acorde con las disposiciones del Concilio Vaticano II, separó el altar del retablo colocándolo de cara a los feligreses. La imagen de la Virgen quedó en lo alto en su urna de plata, pero sin el bello retablo que tanto la adornaba.  

En  la actualidad, la orden de los PP Salesianos se encuentra de nuevo en Camagüey y están a cargo de la Parroquia y el Santuario, así como de la Ermita de Monserrat en el reparto Jayamá.     

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Aqui, no esta todo falto cuando fungiia como sacerdote em padre Pedro, em padrre Villa fuerte y otros y destacar lo sucedido em 8 de septiembre de e 1961 em nuestra querida iglesia, y em la procesion, que fue objeto sem acto bandalico más despreciable, por parte del Gobierno castrista, y el tiempo que estuvoo cerrada la iglesia

Ana Dolores García dijo...

Tiene usted mucha razón. El escrito original del Sr. Carmona, fue escrito hace mucho tiempo. Trataré de encontrar un escrito más actualizado. Muchas gracias por su aporte y comentario.

Unknown dijo...

Creo de gran importancia la etapa del padre Pedro, del padre Villafuerte,del padre. Pepito, y sobré todo el,ataque sufrido en la procesión de del 8 de septiembre de 1961, por el gobierno de Castro, hubo tiros dentro de la iglesias y jóvenes católicos llevados a prisión,por gritar Viva Cristo Rey ,fue cerrada la iglesia por largo tiempo, eso debe contarse, pues todavía estamos muchosvque sufrimos esa etapa

Anónimo dijo...

Nunca hubo una aclaración a lo que se planteo referente, a lastimar no aclaradas, como lo del Padre Pedro,Villafuerte,Pepito, y lo sucedido con el ultraje del gobierno el 8 de septiembre de1961