14 de diciembre de 2014

El héroe español de Cascorro

 
El héroe español de Cascorro
Eloy Gonzalo García, llamado por los españoles  “El Héroe de Cascorro”, nació en Malaguilla, pueblo de Guadalajara, España, el 1 de diciembre de 1868.   Se crió en la inclusa de Madrid y de joven se enlistó en el Ejército Español.   Fue destinado al Regimiento de Infantería María Cristina núm. 63, en la localidad de Puerto Príncipe, en la provincia de Camagüey, Cuba, adonde llegó en noviembre de 1895.

El 22 de septiembre de 1896 una partida de insurrectos cubanos al mando de Máximo Gómez y Calixto García cercó la pequeña población de Cascorro, no lejos de Puerto Príncipe. La situación del destacamento español se hizo tan comprometida que la única solución era volar un bohío desde el cual causaban graves daños a la guarnición.

Eloy Gonzalo se presentó voluntario para prender fuego a la posición de los insurrectos cubanos. Dice la leyenda que pidió ser atado con una cuerda para que, si caía, su cuerpo pudiera ser recuperado. Así, armado con su fusil y con una lata de petróleo, y atado con una cuerda, se deslizó hacia las posiciones insurrectas, prendiéndoles fuego y regresando indemne a su posición, la cual fue liberada pocos días después por una columna española.  
 
Eloy Gonzalo tomó parte en más acciones militares, siendo condecorado con la Cruz de Plata al Mérito Militar, y murió en el Hospital Militar de Matanzas el 18 de junio de 1897 a consecuencia de una enfermedad. Sus restos fueron repatriados y reposan en un mausoleo del Cementerio de la Almudena  de Madrid junto a los de otros soldados españoles  durante los conflictos de Cuba y Filipinas.

El renombre del "héroe de Cascorro" se hizo muy popular en España en la figura de Eloy Gonzalo, probablemente por su condición de expósito y por la necesidad de exaltar un rasgo de heroísmo individual en una guerra.

En el mismo año 1897 el Ayuntamiento de Madrid decidió homenajear a este héroe. Para ello, le dedicó una calle (la calle de Eloy Gonzalo) y ordenó levantar una estatua en la que actualmente se llama plaza de Cascorro, y que cada domingo es invadida por las casetas del “Rastro” de Madrid y los numerosos pescadores de gangas que la visitan.  

La estatua fue desvelada en 1902 por el rey Alfonso XIII. Se trata de una estatua tremendamente descriptiva, que muestra a un soldado común, rifle al hombro, llevando una soga y una lata de petróleo. En el acerbo popular español, sobre todo entre los madrileños, ha quedado una frase: “¡Das mas lata que Cascorro!”.  

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