23 de octubre de 2013

La primera empresa telefónica en Camagüey



La primera empresa telefónica
de Camagüey
Ana Dolores García
 
¿Dónde funcionó la primera empresa telefónica de Camagüey? Pues en el edificio de la foto: República esquina al Callejón de la Soledad, en el mismísimo centro de la ciudad.
 
Fue en el año 1906 cuando Don Lorenzo Coll y Mora adquirió la concesión para la red telefónica de la ciudad de Camagüey. Anteriormente ya la había obtenido también para la ciudad de Guantánamo.
 
Lorenzo Coll y Mora era natural de Mallorca, en las Islas Baleares, España, y emigró a Cuba estableciéndose en la ciudad de Santiago de Cuba. Casado con la Sra. Teresa Torres Pons, también de ascendencia española, se dedicó primeramente a actividades del comercio.
 
En 1906 se trasladó definitivamente a Camagüey. Allí radicó con su familia y puso en marcha la compañía de teléfonos, cuyos contratos cedió a la Cuban Telephone Company en 1918, la que posteriormente estableció sus oficinas en la calle Avellaneda.
 
El edificio ocupado por la compañía de teléfonos del Sr. Coll fue después el almacén de víveres «La Hora» (al detalle y al por mayor), propiedad del Sr. Florentino Cabezas. Después de la confiscación por parte del castrismo, pasó a ser una bodega donde las familias allí anotadas podían comprar los alimentos que autorizaba la tarjeta de abastecimiento mensual. En el piso superior vivían las familias de Florentino Cabezas y Manuel Cora Cuadrado.
 
Hoy en día radica en la planta baja de ese edificio el restaurante «Bodegón,» para pago con CUC (dólares convertibles), y un «aire libre» llamado «El Callejón», con mesas en el Callejón de La Soledad, que ha sido cerrado al tránsito automovilístico, donde también se encuentran carros ambulantes para la venta d frutas.
 
Don Lorenzo Coll Mora y su esposa Teresa Torres tuvieron dos hijos, Lorenzo y José. Ambos estudiaron la carrera de Leyes en la Universidad de La Habana y ejercieron brillantemente como abogados. Lorenzo, como Teniente Coronel en el Servicio Jurídico Militar del Ejército, y José como Magistrado y Presidente de la Audiencia de Camagüey.
 
Aprovecho para contar una simpática anécdota en la que se vio envuelto uno de los hijos de aquel español que trajo a Camagüey sus primeros teléfonos. Se trata del Teniente coronel Lorenzo Coll Torres, abogado y oficial del Ejército Constitucional de Cuba.
 
En una oportunidad el periódico El Camagüeyano publicó algo que a los militares no les pareció oportuno. El Teniente Coll llamó al periódico para expresar su queja. Con el tono autoritario propio de un militar, pidió hablar con el director. Tan pronto contestaron su llamada, dijo: «Soy el Teniente Coronel Coll y quiero hablar inmediatamente con el director. ¿Quién habla?» 

Del otro lado del teléfono le contestaron: «El periodista Lechuga». 

Indignado y creyéndose víctima de una burla, el militar se dirigió apresuradamente al local del periódico para aclarar la ofensa. Ofensa que no fue tal en realidad. El periodista que había contestado su llamada era Miguel Lechuga, bien conocido en Camagüey.

No es necesario aclarar que todo quedó arreglado prontamente entre col y lechuga.

Foto: Tato

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