18 de julio de 2013

Los callejones de la ciudad


Callejón "del Cura", el más estrecho de Camagüey
Los callejones de la ciudad
Ana Dolores García
 
Nuestra vieja ciudad, trazada según dicen algunos con caminos para el ganado que devinieron luego en calles estrechas y retorcidas, cuenta además con más de 60 callejones. Sin necesidad de enumerar a todos ellos, sí habrá que referirse a los más conocidos y también incluir otros nombres que, a más de no recordar su ubicación, ni siquiera sabíamos de su existencia. Y, además, al menos destacar los de nombres más peculiares.  
 
Al mencionar los callejones de Camagüey siempre aparece en primer término el conocido por su estrechez como “Fundel catre” o “Poza del Mate” (Torres Lasquetti menciona que en él había una planta de mate), aunque su nombre moderno desde hace más de un siglo sea Ramón Ponte. Sin embargo, no es el más estrecho de nuestros callejones porque aunque mida solamente 2.2 m de ancho, el Callejón del Cura o del Silencio (Entre Plácido y 20 de Mayo) le aventaja en estrechez al medir solamente 1.40 m de ancho.
 
El callejón más corto es el de la Miseria. Actualmente Tula Oms, quien según parece fue la única vecina de ese callejón. Se encuentra entre Martí y Hermanos Agüero, en la Plazoleta de Bedoya, y logra una longitud de 15 metros.  
 
 “El callejón de la Alegría”, una sola cuadra o manzana entre Ignacio Agramonte (Estrada Palma) y el callejón de la Montera, ahora Félix Caballero, que corre entre Bartolomé Masó y el río Hatibonico.
 
En 1919 Camagüey honró a su eximio médico Finlay con un callejón. Muy céntrico sí, pero callejón al fin, entre Lope Recio y República. Primitivamente se llamó “del Cañón” por uno grande que estaba enterrado en una de sus esquinas” según narra Torres Lasquetti. En 1940 el Ayuntamiento enmendó ese injustificado olvido al mérito del descubridor del agente trasmisor de la fiebre amarilla, y dio su nombre a la Avenida que llega hasta el aeropuerto de la ciudad.
 
El callejón de Triana, dos cuadras y plazoleta incluida, fue muy popular por sus fiestas sanjuaneras en tiempos de la colonia, desde Bartolomé Masó/San Fernando  hasta Enrique Villuendas/Rosario. El nombre actual y oficial es Cruz Olivera, en honor a ese Capitán del Ejército Libertador.
 
Los callejones más cortos y estrechos nos llegan desde el pretérito Puerto Príncipe y se localizan en las zonas más antiguas, aledañas a los ríos Hatibonico y Tínima. Es el caso del antes mencionado callejón de Triana, como lo es también el de otro de nombre increíble: Tío Perico, que según  cuenta Torres Lasquetti tomó el nombre de un pintor que vivía en él. En el censo de 1826 se le llama de la Antorcha y ya en la república se cambió su nombre por el de Vate Morales, en homenaje al poeta y escritor Alberto Morales Casalís. Para los vecinos del barrio sigue siendo Tío Perico. Nace en Avellaneda, cruza San Fernando, Pobres y Rosario y termina en Palma junto al Hatibonico.
 
Otro callejón con nombre curioso es el de las González, porque en él vivían las hermanas del Pbro. Sivestre González, según consigna el historiador Torres Lasquetti.
 
Hubo también un callejón de los sacristanes, al costado de la iglesia de Santa Ana, porque éstos acostumbraban a salir y entrar al templo a través de él.  
 
También tenemos un Callejón sin Salida, un Callejón del Teatro que se llamó primero Callejón de la Gallería, un Callejón de la Bomba, un Callejón de la Risa, un Callejón del Cuerno, un Callejón de la Cucaracha y un Callejón del Perro; uno de las Niñas, y otro de las Micaelitas….
 
Y la lista se nos hace ya muy larga…

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