23 de junio de 2013

Ana Betancourt Agramonte


Ana Betancourt Agramonte
Ilustre camagüeyana, una mujer que se adelantó a su tiempo


Por Maggie Guaty Marrero

"Una mujer, adelantándose a su siglo, pidió en Cuba la emancipación de la mujer", Carlos Manuel de Céspedes

Nace el 14 de diciembre de 1832, en Santa María del Puerto del Príncipe -Camagüey, Cuba-. La sexta hija de Diego A. Betancourt y Gutiérrez, y de Ángela Agramonte y Aróstegui.

Su infancia y adolescencia se desarrolló en las condiciones habituales de la clase acaudalada criolla a la que pertenecía. Sus estudios se orientaron hacia la religión, labores de costura, bordado y tejido, así como música y economía doméstica.

Contrae matrimonio a los 22 años de edad con Ignacio Mora de la Pera, hombre culto y vanguardista. Ignacio cultiva la inteligencia de su esposa y le enseña idiomas, gramática e historia, la ayuda a emanciparse de las costumbres e ignorancia a que estaban sometidas las mujeres de la época. Ana no llegó a contar con un título universitario pero se convirtió en una mujer de gran cultura.

Ignacio se alzó en armas en el levantamiento de Las Clavellinas en Puerto Príncipe el 4 de noviembre de 1868, de inmediato parte a combatir a la manigua y es seguido dos meses después por Ana. Tenía 36 años y nos imaginamos lo difícil que debe haber sido para ella vivir en tan arduas circunstancias.

En marzo de 1869 la pareja reaparece y se asienta en Guáimaro, Ignacio estaba muy delicado de salud. Conocen sobre los preparativos de la Asamblea Constituyente de la República de Cuba en Armas que se celebraría en dicha ciudad.

La Asamblea tiene lugar el 14 de abril de 1869 y unos días después en un mitin efectuado en un callejón de Guáimaro en horas de la noche, la valiente camagüeyana adelantándose a su tiempo pide la palabra. Urge que se le conceda a la mujer igualdad, derechos políticos y económicos.

"Ciudadanos: La mujer cubana en el rincón oscuro y tranquilo del hogar espera paciente y resignada esta hora sublime en que una revolución justa rompe su yugo, le desata las alas. Todo era esclavo en Cuba: la cuna, el color, el sexo. Vosotros queréis destruir la esclavitud de la cuna, peleando hasta morir si es necesario. La esclavitud del color no existe ya, habéis emancipado al siervo...

Cuando llegue el momento de libertar a la mujer, el cubano que ha echado abajo la esclavitud de la cuna y la esclavitud del color, consagrará también su alma generosa a la conquista de los derechos de la que es hoy en la guerra su hermana de caridad, abnegada, que mañana será, como fue ayer, su compañera ejemplar".

Poco después llega a Guáimaro la noticia de que los españoles planean tomar la ciudad, y es entonces que la población entera prefiere quemar todas las edificaciones y las viviendas antes que dejarlas en manos de las tropas ibéricas. No conocemos los pormenores de la fuga del matrimonio de la ciudad de Guáimaro -dónde se esconden, quién o quiénes los amparan-, sólo sabemos que poco después son sorprendidos por fuerzas enemigas, Ana es separada de su esposo.

Ésta le dirige las siguientes palabras a Ignacio antes de ser apartada de él:

"Por mí y por ti, lucha por la libertad".

El 3 de noviembre de 1868 es deportada a España donde tiene que pasar muchas carencias y penurias. Poco después recibe la noticia de la muerte de Ignacio.

Continuó en Madrid luchando por la libertad de Cuba y ayudando a los patriotas que llegaban deportados. Conoció a Martí y entabló correspondencia con él.

El 7 de febrero de 1901, después de un largo exilio y cuando se disponía a regresar a Cuba, muere de una bronconeumonía fulminante. Sus restos permanecieron en España hasta 1968. Actualmente descansan en Guáimaro.



Maggie Guaty Marrero
27 de marzo de 2007
Cancún, México
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