25 de julio de 2014

El Cuatro Vientos, el avión desaparecido




“Cuatro Vientos”,
el avión desaparecido.

Mas de 80 años esperando la verdad

Federico Ayala Sörensen, abc.es

El capitán Mariano Barberán y el teniente Joaquín Collar, asistidos en tierra por el sargento mecánico Modesto Madariaga, partieron el 8 de junio de 1933 del aeródromo de Cuatro Vientos de Madrid hacía el de Tablada en Sevilla.  Desde este aeropuerto, Barberán y Collar salieron a las 4:40 del 10 de junio en el mayor vuelo sin escalas hasta su época (mayor aún que el de Charles Lindbergh): 7.895 kilómetros hasta el aeropuerto de Camagüey, Cuba, donde fueron recibidos por la multitud el 11 de junio a las 20:45 después de 39 horas y 55 minutos de vuelo y 7.895 km.

Allí les recibió también el sargento mecánico Modesto Madariaga, que había partido en barco tras dejar preparado el aparato en Madrid. Tuvo que arreglar el aparato, un Breguet XIX Super Bidón, proyectado y realizado con licencia por Construcciones Aeronaúticas, que conocía a la perfección. Tras entregar a sus compañeros uniformes nuevos, les despidió el día 20 a las 5:52 horas. Partían hacia Ciudad de México para completar su hazaña. Pero nunca llegaron a su destino. Comenzó entonces uno de los grandes misterios de la aviación, no resuelto todavía. Hay dos versiones. La oficial concluyó que el avión se había caído al mar debido al mal tiempo en la zona, según el dictamen de las autoridades mexicanas, aceptadas por España. Otra, más incomoda, se sustenta en pruebas circunstanciales: unas gafas como las de Barberán, dos relojes y algunas medallas y recuerdos encontrados en manos de un indígena de la zona, Bonifacio Carrera. Según esta versión, el avión se habría estrellado y los pilotos sobrevivieron, pero fueron asesinados en algún lugar de la sierra Mazateca. Sus cuerpos nunca han sido encontrados.

El hecho es que ochenta años después se sigue sin conocer qué paso con los tripulantes de un vuelo histórico,   una hazaña de la aviación española, del Ejército del Aire.  Los restos del avión y los cuerpos de los dos pilotos reposan en algún lugar desconocido, esperando que algún día se sepa la verdad.

Fotografía de Martín Vidal.   

No hay comentarios: