Restaurados
el Santo
Sepulcro
y la URNA DE LA
Virgen Dolorosa
Virgen Dolorosa
de Camagüey
Mons. Willy Pino, Arzobispo de Camagüey
Ayer nos hemos pasado TODO el día con dos
taladros con sus respectivas “motas” dándole brillo al Sepulcro. ¡Ha quedado
precioso!! Y como decimos los cubanos, “la tapa al pomo” fue ponerle las
campanitas. Para que lo sepan, son exactamente 100 campanitas, así que nos han
quedado 20 de repuesto, aunque pensamos que no se perderá ninguna porque están
bien aseguradas.
Si alguien pensaba que el sepulcro iba a quedar
“como antes”, eso era imposible porque le falta la mitad de la plata que le fue
robada. Pero con los trabajos que se le hicieron a la carpintería y al
reacomodo de las partes de plata, y el trabajo del artista mejicano que terminó
su trabajo ayer en la mañana, y las campanitas… ¡el Sepulcro se recuperó un
mundo!
Ayer por la noche, en La Merced, yo les decía a
los que serán de la Comisión de Orden en la Procesiones de Semana Santa, que
tenía la impresión de que cuando el Sepulcro salga el Viernes de La Merced a la
calle, la gente o va a llorar o va a aplaudir. ¡Camagüey ha rescatado una de
sus joyas históricas!
Y la urna de la Virgen Dolorosa, que también
sufrió robos de la plata, no se ha quedado atrás. Con los taladros y su “motas”,
le han devuelto un brillo que no tenía desde hace tiempo. Yo no recuerdo
haberla visto tan brillante como ahora.
También para su información les copio a
continuación parte de una hoja que he escrito para el Archivo Diocesano:
El excelente trabajo de restauración del Santo
Sepulcro ha sido obra del artista mexicano Jesús González Escalante, técnico en
Artes Plásticas, nacido en Toluca el 12 de octubre de 1975, y trabajador del
Centro Cultural San Pedro Nolasco, dirigido por la Orden de La Merced en
México. Su técnica ha consistido en cubrir la nueva madera con una imitación de
plata en hojas (“pan de plata”). Trabajó ininterrumpidamente durante 14 días
desde el viernes 24 de marzo hasta el 6 de abril de 2017.
Por su parte, toda la extraordinaria labor de
carpintería fue realizada un mes antes por Segio Ferrá y su ayudante Adrián
Cánovas, así como Alfredo Matos, trabajadores del Almacén-Taller Diocesano de
Camagüey. Ayudaron en el lijado de la madera los sacerdotes José Marcos
Saavedra y Manuel Ruiz, y el diácono Luis Omar Reyes, mexicanos los tres y
pertenecientes a la Orden de La Merced.
La pintura para la conservación de la madera fue
realizada por Lester Viñas, Ernesto Varona, Alfredo Robert y Alexander García,
bajo la dirección de Yon Salazar, todos cubanos y también trabajadores del
Almacén-Taller Diocesano.
Los matrimonios de de Karel y Annette y de
Lorenzo y Noelia, camagüeyanos residentes en Estados Unidos, consiguieron y donaron
las 100 campanitas del Santo Sepulcro, así como lo necesario para la limpieza
de las partes de plata.
En los muchos detalles finales fue decisivo el
trabajo de Fidelito Cabrera y Guillermito Peña.
Al terminar
la Semana Santa de este año 2017, el Santo Sepulcro y la urna de la Virgen, al
igual que las imágenes del Cristo resucitado, la Virgen Dolorosa y la Virgen de
la Alegría, se guardarán en su iglesia de La Merced, en lo que era el Museo de
la Misa de la Visita del Papa en Camagüey, que ha sido previamente asegurado en
sus puertas y rejas.
†Willy
Pino
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